Un baño feliz y relajante para tu bebé

El baño del bebé es una experiencia muy importante para muchos padres. Es un excelente momento para formar un vínculo, sin distracciones, donde el pequeño nuevo integrante de la familia disfruta de la sensación del agua tibia sobre la piel. Pero sabemos que este momento puede causarte muchas dudas, así que queremos darte algunos consejos para que tu bebé tenga un baño feliz y relajante. 

Creemos que la primer pregunta que puede pasar por tu mente es: ¿cuándo se debe bañar por primera vez al recién nacido?. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el primer baño debe ser hasta las 24 horas después del nacimiento, o esperar al menos 6 horas si no es posible dejar pasar un día completo. 

¿Por qué se recomienda esperar? Cuando un bebé recibe un baño inmediatamente después de nacer tienen más probabilidades se sufrir frío, además que un estrés menor puede hacer que algunos bebés tiendan a sufrir una caída en sus niveles de azúcar en la sangre. Otra razón es interrumpir la formación del vínculo con la mamá e interrumpir el primer contacto para darle leche a tu bebé, además que al bañar a tu bebé inmediatamente después de nacer retiras la sustancia blanca que recubre la piel que podría causar piel seca. 

Ahora que sabemos algunas razones por las que demos esperar para bañar a nuestro bebé, te queremos dar algunos consejos para cuando sea momento de bañarlo. 

Baños de esponja

Los baños de esponja son recomendables hasta que se caiga el cordón umbilical de tu bebé, este baño es igual a un baño común salvo que no se sumerge al bebé en el agua. Para hacer este baño apoya al bebé sobre una superficie que sea cómoda para ambos. Comienza a lavar la cara de tu bebé, con cuidado que no le entre agua a los ojos ni en la boca. Después puedes lavar el resto del cuerpo, dejando al último la zona del pañal. Recuerda mantener a tu bebé siempre calientito, y prestar atención a los pliegues debajo de los brazos, orejas, alrededor del cuerpo y sus genitales. 

 

Baño de tina

Cuando la zona umbilical haya cicatrizado, puedes meter al bebé directamente en el agua. Los primeros baños deben ser tan delicados y breves como sea posible. Use una tina ergonómica para mayor comodidad para ti y tu bebé. Un consejo muy importante es tener todos los productos necesarios cerca, para que con una mano siempre sostengas a tu bebé y con la otra puedas tomar los productos para realizar el baño. Recuerda siempre verificar al temperatura del agua para mantener al bebé siempre calientito. 

Al finalizar el baño séquelo delicadamente con una toalla súper suavecita para cuidar su piel y mantener la temperatura de tu bebé. 

Por último te damos 6 tips para que disfruten al máximo el momento del baño:

  • Calma a tu bebé con gestos y voz suaves
  • Asegúrate que el lugar de baño no entre aire frío
  • No dejes a tu bebé mucho tiempo en la tina si notas que el no esta cómodo
  • No hay que bañar todos los días al recién nacido
  • Al terminar envuelve al bebé completamente en una toalla para que no pierda su calor. 
  • No hay que bañarlo después de haberle dado de comer

Para que tu bebé tenga un baño feliz y relajante es más fácil de lo que suena, solo recuerda que tu bebé debe estar cómodo y seguro, disfruta el momento porque estas creando un hermoso vínculo con tu bebé. 

¡No olvides disfrutar insensatamente este momento! 

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