Comencemos explicando: ¿qué son las estrías? Son pequeñas lesiones que resultan antiestéticas, y qué se deben al aumento del volumen que sufren todas las mujeres durante el embarazo. Las estrías pasan por dos fases distintas de evolución: en un primer momento, se presentan como estriaciones rosadas y, después, se transforman en cicatrices de un color blanquecino.
Queremos ayudarte con algunos consejos para que reduzcas e incluso evites su aparición. Y si ya las tienes, ¡tranquila y toma nota! que te daremos algunos tips para que puedas minimizarlas o eliminarlas.
Prevención de las estrías en el embarazo
No podemos evitar el cambio de volumen corporal que experimenta nuestro cuerpo durante nuestro embarazo. Lo más importante es la hidratación y que seas constante con estos consejos:
- Mantener la piel lo más hidratada posible, puedes aplicarte crema hidratante dos veces al día por todo el cuerpo, excepto la zona del pezón.
- Utiliza productos específicos antiestrías, como cremas de aloe vera o aceites ya que todas estas nutren la piel y favorecen su elasticidad.
- Realiza masajes sobre la piel al momento de aplicar la crema, ayudando a que se absorba y estimular las zonas.
- Mantente hidratada bebiendo mucha agua a diario, alrededor de 2 a 2.5 litros al día.
- Recuerda llevar una alimentación saludable y equilibrada, consume alimentos ricos en vitaminas A, E y C.
- Realiza algún ejercicio apto para el embarazo al menos 2-3 veces por semana.
- Evita la exposición sola, y si lo haces recuerda usar bloqueador solar. Y después de hacerlo usar una crema hidratante.
Si después de cuidarte con los consejos anteriores aparecen estrías en tu cuerpo durante el embarazo, ¡tranquila! Existen métodos que te ayudarán a disminuirlas y eliminarlas, para ello deberás acudir con un profesional para que valore dependiendo del color y gravedad de ellas para darte un tratamiento de acuerdo a tu piel.
No obstante, es bueno que sepas que las estrías después del parto son un síntoma normal del embarazo para muchas mujeres. Por lo tanto, tras el parto, la meta es que la piel quede tan suave y firme como antes. Para ello debes hidratar tu piel tanto por fuera como por dentro con cremas, aceites y una buena alimentación.