¿Cómo saber cuándo cambiar al bebé de la cuna a la cama? ¿Cuál es el mejor momento para hacer esa transición? ¿Se le ha quedado pequeña la cuna pero piensas que la cama aún será grande para tu bebé?
Tranquilos, papis, no hay una edad ni un momento. No es matemático. Es algo que dependerá del proceso madurativo y del propio niño. Hay quién a los dos años quiere independizarse de la habitación de los papis y de su cuna, y hay quién duerme con ellos y en la cuna hasta bien pasados los tres años.
En nuestro caso, con los dos primeros tuvimos dos experiencias bien distintas. Pasar de la cuna a la cama es un momento delicado y supone un gran reto por lo que conviene no sólo una madurez emocional, sino también un proceso de aprendizaje no sólo para los pequeños, sino también para los adultos que deben implicarse al máximo.
Sabes lo importante que son las rutinas cuando hay bebés, y más las rutinas de sueño. Con el paso a la cama se recomienda lo mismo. Interiorizar el proceso, que los peques sepan en todo momento qué va a venir después. Así se crearán hábitos de sueño y el cambio será más fácil.
Errores que no se deben de cometer en el momento de cambiar a los peques de la cuna a la cama:
-Hacerlo demasiado pronto: si tu bebé no está madurativamente preparado, el cambio supondrá un trauma y un descontrol en el sueño y el descanso que afectará a toda la familia. Estarás toda la noche parándote de la cama porque te llamará constantemente e incluso optaréis por, agotados, quedaros a dormir con él.
-Que este cambio coincida con otros factores externos que puedan desestabilizarlo, y que ya supongan, de por sí, una alteración en su orden y rutinas del día a día:
- La llegada de un hermanito: como el pequeño entra en la cuna, el mayor sale de golpe de la cuna: pueden entender que es un abandono y que ya no le quieren porque ha llegado otra persona, incluso cogerle más celos a su propio hermano.
- Una mudanza: bastante cambio es ya la mudanza, con todo nuevo y distinto, como para que el pequeño tenga que pasar de golpe a estar sólo en una habitación nueva y en un espacio nuevo que no es su cuna.
- Separaciones o pérdidas de algún familiar.
- No castigarles con: Vete a la cama… vete a tu habitación… que no interiorice el cuarto o la cama como un castigo. Al contrario.
-Quitarle su muñeco o peluche de apego, puede acompañarle a la cama sin problema.
Consejos y trucos sobre cómo pasar de la cuna a la cama
Una vez que sabemos que es el momento y que no tenemos ningún otro cambio importante en la vida de nuestros hijos en ese mismo instante, es importante empezar a trabajar sobre el hecho de cambiar de la cuna a la cama, de manera sutil al principio y presentándoselo como un juego, como algo de lo que él es el protagonista, como algo positivo y divertido, fruto de que se está haciendo «mayor».
-Como ya eres mayor… te hemos comprado un colchón mayor, esta camita para ti solito, para que duermas súper bien, cerquita de la habitación de papi y mami…
Como consejo cuanto más se implique a los peques en el proceso de cambio, más fácil resultará, por ejemplo: Llévalo a elegir las sábanas, la colcha, la almohada… Que sea él el que elija cómo quiere su cama, sus cojines, los peluches… Así sentirá que efectivamente se está haciendo mayor y se cuenta con él para que tome decisiones.
Otro truco o consejo que suele funcionar muy bien, es presentarle el cambio como un juego. Los niños aprenden, sobre todo en los primeros años de su vida, a través del juego: que juegue a dormir a sus muñecos o peluches, igual que juega a vestirlos o darles de comer… Proponle que juegue a acostarlos en su cama de juguete para dormirlos.
Incluso juega con él y cántale canciones para dormir, cuéntale cuentos a los muñecos, deséale feliz noche y dulces sueños, diles a los muñequitos hasta mañana y que pasen toda la noche a gustito en su camita… que ellos vean lo que pasa cuando te vas a dormir a la cama: que no estás solo y que es divertido.
Consejos de seguridad extra con la cama nueva:
Además de los consejos anteriores, debes tener algún punto más en cuenta
- Poner puntos de luz tenue y suave por si se despierta que no se golpee ni sienta miedo. (Puede que nuestro bebé quiera dormir a oscuras total. Igualmente pon algún punto de luz y enséñale a encenderlo: botones que se aprietan y se encienden las lamparitas…)
- Barandillas en el lateral que no esté pegado a la pared. Si la estructura tiene barrotes, debes tener en cuenta que no estén separados como para que quepan las piernas, brazos o cabecita del peque.
- Protectores que eviten golpes. Como el cojín serpiente anti golpes, con su funda de muselina, suave para los peques. Se desenfunda para que podáis lavarla y os será muy útil para protegerle de golpes en su cambio de la cuna a la cama. El rulo antigolpes lo podéis encontrar en distintos colores.